Nuestro tratamiento purificante para las pieles grasas y acneicas consiguen poco a poco una reeducación de la glándula sebácea y un equilibrio de la piel.
Se consigue gracias a una desincrustación que limpia intensamente a nivel superficial y profundo respetando la sensibilidad que aparece en estas pieles.
Desde la primera sesión notarás la piel más fresca, limpia y el poro más cerrado.
Consigue 3 acciones en un solo tratamiento:
✔ Limpieza profunda de la piel.
✔ Regula la secreción sebácea.
✔ Gran poder antiséptico.
Desde nuestra experiencia sabemos cómo se debe tratar una piel grasa o acneica para que los efectos sean notables y duraderos.
Se necesita tiempo y varias sesiones para conseguir su reeducación y para ello hemos creado los programas faciales África, con una combinación única y específica de sesiones y producto de cuidado en casa personalizados a tus necesidades.
A través de nuestro diagnóstico gratuito podemos asesorarte mucho mejor una vez que conozcamos tu piel.
Te explicamos y recomendamos el mejor tratamiento para ti.
El diagnóstico facial es fundamental para conocer tus necesidades de belleza facial y así diseñar juntas el tratamiento en cabina o de cuidado cosmético.
¿Por qué hacerte un buen diagnóstico de la piel?
Porque necesito saber tu objetivo, tu tipo de piel, tu estilo de vida y tus necesidades .
Para poder diseñar un tratamiento lo más personalizado posible.
¿En qué consiste el diagnóstico?
Es un análisis profesional o examen de la piel, realizado a partir de tecnología y aparatología de última generación, con el que exploramos la dermis y la epidermis, desde la superficie hasta las capas más profundas.
También gracias al examen visual y táctil podemos definir mejor el objetivo.
¿Qué aspectos de la piel analizamos con un analizador facial?
- Hidratación: observamos el grado de hidratación de la epidermis.
- Manchas y discromías: Medimos el nivel de melanina para conocer la pigmentación desde el interior.
- Poros: analizamos el estado de los poros durante el diagnóstico de piel.
- Arrugas: evaluamos el grado de envejecimiento y nivel de profundidad de las arrugas.
- Nivel de grasa o sebo: determinamos la cantidad de grasa superficial de la piel, basándonos en el tamaño de las glándulas sebáceas y el nivel de adiposidad de cada una.
- Impurezas: realizamos un escaneo en distintas áreas de la piel del rostro para detectar impurezas, tanto las internas que aún no son visibles, como las que ya se han manifestado.